viernes, 23 de agosto de 2013

COCO Y MISIA POR JUSTINE PICARDIE


"Misia, tan famosa en aquella época que todo París la conocía por su nombre de pila, coincidió con Chanel en 1917. Siempre fascinante y caprichosa, era por aquel entonces 'la reina de París', una musa que dominaba el mundo artístico desde sus años de juventud. 'De Misia admiro esa alegría de vivir que se deja entrever bajo un constante mal humor —apuntaba Paul Morand en su diario en abril de 1917—." Y además, Misia, es Misia, alguien sin igual. Como dijo Proust, un monumento". Posó para Renoir, Vuillard, Lautrec y Bonnard, e inspiró a Proust y Mallarmé, fue la musa de Ravel y de Debussy además de tema de conversación sin fin entre Cocteau y Picasso. Talentosa pianista, Misia interpretó de niña piezas de Beethoven. Más adelante, recibió clases de piano de Fauré, quien la consideró un prodigio. El lugar destacado que ocupaba en los círculos artísticos parisinos se vio más reforzado si cabe por la profunda amistad que la unía a Serge Diaghilev, el director de la compañía de ballet más aclamada del mundo, la de los Ballets rusos. Chanel tenía once años menos que nuestra diva y no gozaba de una posición tan privilegiada en la sociedad parisina. Sin embargo, Misia cayó rendida ante su encanto en una cena ofrecida por Cécile Sorel, célebre actriz de la Comedia francesa y ya clienta por aquel entonces de Chanel.
Justine Picardie ha escrito cinco libros, entre los que se encuentran sus memorias —tituladas "If The Spirit Moves You", muy aclamadas por la crítica— y la novela "Daphne", publicada más recientemente. Antigua directora editorial en Vogue y redactora de la revista Observer, actualmente colabora con numerosas publicaciones y revistas como el Times, el Sunday Telegraph y Harper's Bazaar.

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