1. Karl duerme siete horas, ni una más ni una menos. Si se
va a dormir a las dos de la mañana, el diseñador se levanta a las nueve y si se
va a las doce de la noche, a las siete de la mañana ya está en pie.
2. Su desayuno consiste en dos batidos de proteínas con
sabor a chocolate recetados por su doctor y lo único que bebe es Coca-Cola
Light. Nada de café, nada de té, solo Coca-Cola Light.
3. Tiene un lugar especial en su apartamento para la lectura
de la mañana desde donde se ve el Sena y el Louvre. Lee periódicos en inglés,
francés y alemán además del Women’s Wear Daily.
4. A las 11 de la mañana se afeita y se lava el pelo. Odia
tener pelo en la cara y como el de la cabeza no lo tiene blanco sino gris, se
lo decolora con un champú seco de Klorane.
5. No se ducha hasta las 12 porque antes trabaja con colores
y podría mancharse. El trabajo con las pinturas lo hace en camisón (si,
camisón) que siempre es blanco, igual que sus sábanas y los cojines de la cama.
Y, como cabría esperar, lo cambia cada día.
6. Su uniforme de trabajo lo componen las chaquetas de Dior,
que tiene en varios materiales, y vaqueros de su propia colección.
7. Karl tiene dos casas en para dos propósitos diferentes.
Una para desayunar y para hacer bocetos y la otra, en el mismo edificio donde
el diseñador come (si es que come), cena y atiende a las visitas.
8. Cuando sale de casa, además de al estudio de Chanel, el
káiser suele ir a la librería Galignani, Colette y en alguna que otra ocasión,
a la tienda masculina de Dior.
9. Solo trabaja en el estudio de Chanel de cinco a ocho.
Prefiere hacerlo todo por su cuenta y cuando tiene alguna idea o ha finalizado
algún trabajo lo envía desde el Iphone.
10. Al final del día, nuestro amigo Karl juega con su gato Choupette
(eso me gustaría verlo) y si no está cansado lee un libro.
Si usted es un adicto a la moda (o simplemente un lector de periódicos) sabrá, seguramente, que Karl Lagerfeld adelgazó 40 kilos con el único fin de embutirse en los trajes de Hedi Slimane; que tiene una gatita (Choupette) a la que mima hasta el ridículo y que se bebe su propio peso en Coca cola light cada día. Pero la extraordinaria biografía de este alemán de 80 años encierra excentricidades e historias como para llenar tres vidas de humano vulgar.
¿Cómo iba vestido el hombre de su vida cuando lo vio por
primera vez?
Jacques de Basher llevaba unos pantalones tiroleses cuando
conoció a Lagerfeld. El dandi francés gustaba de combinar pantalones cortos con chaquetas tipo esmoquin
y medias de ejecutivo. "Había que tener mucho empaque para defender ese
estilismo", recuerda el diseñador. "Era el francés más elegante que
he conocido en mi vida", sentencia.
¿Ha sentido vergüenza alguna vez en su vida?
La respuesta es sí. Lagerfeld viajaba en un taxi que
atropelló mortalmente a una pareja en París. Cuando acudió al hospital junto a
la policía para testificar se encontró con los apesadumbrados familiares de los
fallecidos. Iba vestido con un sombrero ancho, una capa corta de piel y botas
de charol negro hasta la rodilla. Eran los años 70. "Allí en esa sala de
espera de urgencias, rodeada de esa gente que estaba viviendo esa tragedia, era
imposible no sentirse ridículo".
¿Cómo fue su infancia?
Aburrida. Lagerfeld estaba deseando convertirse en adulto y
odiaba ser niño, "un humano de segunda categoría".
¿Qué opina del debate sobre la delgadez de las modelos?
Dice que sus modelos son chicas "delgadísimas"
pero no "pobres niñas anoréxicas". Nunca ha conocido a ninguna.
"Solo el 1% de la población tiene problemas de anorexia, mientras el 25%
de las mujeres adultas sufre sobrepeso".
¿Con qué duerme Karl Lagerfeld?
Nada de pijamas de seda o algodón de 30.000 hilos. El señor
de Chanel duerme con una camisola larga (de cuello alto, por supuesto) que él
mismo ha diseñado y que no se quita mientras pasa las mañanas pintando.
¿Cuál era el
diseñador favorito de la madre de Lagerfeld?
Pues no, no era su hijo. De hecho, según cuenta el modisto,
su madre -"delgadísima hasta su muerte"- consideraba
"horrible" todo lo que el diseñaba y solo vestía de Sonia Rykiel.
¿Con qué dibuja sus bocetos?
Con rotuladores, plumas, ceras y... maquillaje. Lagerfeld utiliza
sombras de ojos "de Chanel o Shu Uemura" para colorear sus bellísimos
dibujos. Está claro que no puede hacer nada como los demás.
¿Cuál es su mayor extravagancia como 'padre' de Choupette?
Ha ordenado a los dos cuidadores que atienden a su gato que
registren en unos dietarios "cuándo hace popó y pipí", qué come,
cuándo y cuánto. Ya llevan cuatro volúmenes. Y está pensando en hacer un libro
con ellos: Los cuadernos de Choupette.
¿Cómo consiguió convertirse en director de taller de Balmain
a los seis meses de llegar a la casa francesa?
Primero acudió a la entrevista de trabajo vestido con un
traje del diseñador. Y después empleó una táctica para escalar laboralmente...
muy germana. "Éramos cuatro en el taller y yo hacía el trabajo de todos.
Ellos se iban a sus casas y yo seguía trabajando. A los seis meses se dieron
cuenta de que no hacían nada, los echaron y me nombraron jefe".
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